El mundo es visto en el espejo de los ojos, cada uno aprecia su entorno con distintas miradas. Paisajes donde las retinas reflejan la esencia.

¡No mires! Sin antes quitarte el velo de la incertidumbre.

Amanda nos lleva de la mano a un itinerario de miradas, cada una refleja un laberinto de impresiones, un pasado y al mismo tiempo un objetivo propio.

No importa el disfraz, la mirada revela, desnuda, adentra en los sentimientos del otro.

El espíritu habla donde los párpados despiertan y las pupilas viajan en un profundo entorno. Los ojos cantan sin sonidos, son vibraciones más allá de la música, que sólo capta quien logra acallar su mente.

Tal vez los rostros, los párpados, los cuerpos envejezcan, pero nunca el fulgor de las miradas.

Cada imagen de Amanda es un discurso que nos habla de la vida, de la fe, la cultura que habita en cada uno, de los sentimientos ocultos, del dolor o la emoción que conlleva la existencia en un carnaval que no termina.

Gabriela d´Arbel

PARA VER LAS FOTOS, USAR LAS FLECHAS: